06.11.2025

Descubra cómo obtener un visado para trabajadores independientes y residir legalmente en el extranjero. Guía detallada por países, requisitos, fiscalidad y pasos de tramitación en Terrana.
Las fronteras ya no determinan dónde puede obtenerse un ingreso legítimo.
Para millones de profesionales, el trabajo a distancia se ha convertido no solo en una modalidad laboral, sino en una forma de vida estable.
Todo lo que se necesita es una conexión a internet fiable y un estatus legal válido en el país de residencia.
El denominado visado para trabajadores independientes —conocido internacionalmente como visado de nómada digital (digital nomad visa)— facilita precisamente eso: residir en un país de manera legal y trabajar con clientes de cualquier parte del mundo, manteniendo un estatus migratorio conforme a derecho.
No obstante, es importante comprender que el término «visado para trabajadores independientes» tiene un carácter no jurídico y de uso habitual.
En la práctica, la mayoría de los programas de visado de nómada digital no están dirigidos al freelance tradicional (trabajo por proyectos sin empleador permanente), sino a profesionales que ejercen su actividad de forma remota bajo un contrato laboral o de prestación de servicios a largo plazo. Por este motivo, desde el punto de vista técnico y administrativo, resulta más adecuado referirse a esta categoría como visado para trabajadores remotos o visado para trabajadores independientes, aunque en el lenguaje común siga utilizándose la expresión «visado de nómada digital».
Los visados de trabajo tradicionales exigen la existencia de un contrato laboral con una empresa local. En cambio, el visado de nómada digital está diseñado específicamente para profesionales que trabajan por cuenta propia o para clientes extranjeros.
Este tipo de visado permite residir legalmente en el extranjero, cumplir con las obligaciones fiscales y disfrutar de los derechos básicos de un residente, como alquilar una vivienda, abrir cuentas bancarias, contratar un seguro médico o acceder a la formación académica.
Muchas personas optan por esta modalidad para combinar una fuente de ingresos estable con la posibilidad de cambiar periódicamente el país de residencia; por ejemplo, pasar el invierno en Portugal y el verano en Francia.
El visado de nómada digital (digital nomad visa) es un permiso especial de residencia destinado a profesionales que trabajan de forma remota y perciben sus ingresos desde el extranjero.
Este tipo de visado permite residir legalmente en un país sin infringir la legislación laboral, al tiempo que concede diversos derechos equivalentes a los de un residente, como abrir cuentas bancarias, alquilar una vivienda, contratar un seguro médico e incluso, en algunos casos, solicitar la residencia de larga duración.
La diferencia principal entre el visado de nómada digital y el visado turístico no radica tanto en la posibilidad de trabajar, sino en la legalidad de la estancia prolongada.
El visado turístico está concebido para estancias breves, con fines de turismo, ocio o visitas privadas, y no autoriza el trabajo para empresas locales.
No obstante, nada impide realizar tareas remotas para empleadores o clientes extranjeros, siempre que se respeten la duración máxima de la estancia y las normas del régimen de visados.
El visado de nómada digital, por su parte, no otorga el derecho a trabajar para empresas o clientes del país que lo expide, pero permite residir legalmente durante períodos prolongados, obteniendo ingresos desde el exterior.
En consecuencia, su ventaja principal no reside únicamente en la posibilidad de trabajar a distancia, sino en la regularización jurídica de la estancia y del estatus fiscal del trabajador remoto o del profesional independiente.
El visado de trabajo, en cambio, está concebido para el empleo en una empresa registrada en el país de destino.
Requiere la existencia de un contrato laboral con un empleador local, así como el cumplimiento de condiciones específicas, entre ellas la acreditación de cualificaciones profesionales y el respeto de las cuotas migratorias vigentes.
Si bien el visado de trabajo ofrece un estatus más estable, también vincula al titular con un empleador concreto y limita su movilidad internacional.
Por el contrario, el visado de nómada digital permite al profesional trabajar de manera remota para clientes o empresas situadas fuera del país de residencia, sin competir con el mercado laboral local, lo que lo convierte en una opción más atractiva y flexible para los gobiernos.
La duración del visado de nómada digital suele oscilar entre seis meses y dos años, con posibilidad de prórroga.
Muchos países establecen condiciones flexibles, como la acreditación de ingresos estables, la existencia de un seguro médico válido y la ausencia de infracciones migratorias previas.
Así, mientras que el visado turístico supone una estancia temporal sin derecho a trabajar, y el visado de trabajo implica dependencia de un empleador local, el visado de nómada digital ofrece una tercera vía: la posibilidad de residir legalmente a largo plazo, con garantías sociales y acceso a servicios básicos, tales como abrir una cuenta bancaria, contratar un seguro médico, alquilar una vivienda y, en su caso, adquirir la condición de residente fiscal.
Este programa está destinado a quienes valoran la flexibilidad y la movilidad, desean trabajar de manera remota y, al mismo tiempo, mantener un estatus jurídico estable que les permita ejercer su actividad profesional dentro del marco legal y con acceso a los derechos fundamentales de residencia.
Principales destinos para profesionales independientes en 2025:
– Portugal. Visado D8 (trabajo remoto / “nómada digital”). Requiere acreditar ingresos estables de al menos 3.480 € mensuales. El procedimiento de solicitud es relativamente transparente, y tras varios años de residencia el titular puede solicitar la residencia permanente.
– Grecia. Visado de nómada digital. El programa para trabajadores remotos exige ingresos mensuales netos mínimos de 3.500 €. El visado se expide por un año, con posibilidad de prórroga hasta dos años.
– España. Visado de residencia para teletrabajo de carácter internacional (conocido como visado de nómada digital). Requiere ingresos mensuales entre 2.760 € y 2.800 €. El país destaca por su clima templado y una infraestructura avanzada para el trabajo remoto.
–Tailandia. Visado “Destination Thailand” (DTV). Para este visado es necesario acreditar solvencia económica, por ejemplo, con un saldo mínimo de 500.000 THB (≈ 13.600 USD) en cuenta. Permite residir hasta cinco años, con períodos de estancia de hasta 180 días consecutivos.
–Malasia. DE Rantau Nomad Pass (pase para nómadas digitales). Se trata de un visado anual (hasta 12 meses) con posibilidad de renovación. Exige un ingreso mínimo de 24.000 USD anuales (≈ 2.000 USD mensuales) para trabajadores remotos que prestan servicios a clientes extranjeros.

Al elegir el país de destino, es importante considerar no sólo los aspectos fiscales, el coste de vida, la infraestructura y la política de visados, sino también la posibilidad de traslado con familiares. No todos los países permiten incluir al cónyuge o a los hijos en la solicitud del visado de nómada digital. En Portugal, España, Tailandia y Malasia, dicha posibilidad está contemplada, mientras que en otros países, como Hungría, todavía no se prevé la residencia conjunta con familiares dependientes.
Pueden solicitar el visado de nómada digital los profesionales que trabajan en línea, como diseñadores, especialistas en marketing, redactores, programadores, consultores, docentes y otros representantes de profesiones digitales.
Para la tramitación del visado para trabajadores independientes se requiere normalmente la siguiente documentación:
– pasaporte válido;
– acreditación de ingresos de los últimos tres a seis meses;
– contrato de trabajo con una empresa extranjera que contemple la modalidad de trabajo remoto (en algunos países también se aceptan contratos con clientes internacionales o la inscripción como trabajador autónomo en el extranjero);
– seguro médico válido en el país de residencia;
– certificado de antecedentes penales;
– en determinados países se admiten documentos de trabajadores autónomos, como declaraciones fiscales o extractos bancarios que acrediten ingresos regulares procedentes de clientes extranjeros;
– formulario de solicitud y declaración oficial, según el modelo establecido.
Los requisitos relativos a la duración del contrato pueden variar según el país.
Por ejemplo, en España, para solicitar el visado de nómada digital, es necesario acreditar una relación laboral o profesional estable de al menos tres meses con un empleador o cliente.
En Portugal, no se exige una duración mínima específica, aunque se valora la continuidad contractual como prueba de ingresos estables.
En Grecia, debe demostrarse la regularidad de los ingresos procedentes del extranjero durante los últimos seis meses, mientras que en Malasia y Tailandia el énfasis recae principalmente en la solvencia económica y la existencia de un flujo de ingresos constante.
El ingreso mínimo exigido para este tipo de visado varía según el país, desde aproximadamente 1.500 € en Croacia hasta 3.500 € en Dubái.
Cada país establece sus propios criterios, por lo que es recomendable consultar los requisitos actualizados en las fuentes oficiales o recurrir a los especialistas de Terrana para evitar errores en la solicitud.
Al elegir el país para solicitar un visado de nómada digital, es fundamental tener en cuenta no sólo los requisitos de ingresos, sino también las condiciones fiscales. De ellas dependerá en gran medida la rentabilidad real del traslado.
La regla general es sencilla: los impuestos se pagan en el país en el que se adquiere la condición de residente fiscal, normalmente tras 183 días de permanencia. No obstante, cada Estado ofrece regímenes y beneficios específicos para los trabajadores remotos, y estos factores suelen determinar la elección del destino más conveniente:
Portugal se considera uno de los destinos más atractivos para trabajadores independientes gracias al régimen fiscal NHR (Non-Habitual Resident). Durante diez años, los residentes pueden beneficiarse de un impuesto reducido sobre la renta, y en algunos casos los ingresos procedentes del extranjero quedan exentos de tributación.
Grecia aplica un programa mediante el cual los nuevos residentes fiscales obtienen una reducción del 50 % en el impuesto sobre la renta durante un período de hasta siete años, lo que convierte al país en una opción ventajosa para profesionales con ingresos elevados.
España ofrece un régimen fiscal favorable para nuevos residentes, conocido como “Ley de Beckham”, que fija una tasa del 15 % sobre los ingresos durante los primeros cuatro años. Esta opción resulta especialmente atractiva para quienes planean establecerse a largo plazo.
Croacia mantiene una política fiscal especialmente favorable a los nómadas digitales: los ingresos procedentes de clientes extranjeros no están sujetos a impuestos en el país, lo que la convierte en una de las opciones más ventajosas para quienes trabajan exclusivamente con el exterior.
En conclusión, al elegir el país para solicitar un visado de trabajador independiente, conviene analizar no sólo los requisitos de ingresos, sino también el régimen fiscal aplicable. En algunos países resulta más rentable residir con ingresos elevados, mientras que en otros la ventaja se encuentra en una carga impositiva reducida para rentas más moderadas. Una comparación exhaustiva de las condiciones permitirá seleccionar no sólo un destino cómodo, sino también una opción fiscalmente óptima.
Elegir el país adecuado según el presupuesto, el régimen fiscal y las condiciones climáticas.
Comprobar los requisitos de ingresos y documentación exigidos.
Reunir las acreditaciones de ingresos y los contratos con clientes o empleadores internacionales.
Presentar la solicitud en línea o a través del consulado correspondiente.
Tras la aprobación, obtener el visado y abrir una cuenta bancaria local.
Registrarse en el domicilio de residencia y configurar el sistema de gestión fiscal.
En muchos países, la solicitud del visado de nómada digital puede realizarse tanto desde el extranjero como estando ya en el territorio nacional.
Por ejemplo, en España y Portugal se permite presentar la solicitud del visado de nómada digital una vez dentro del país, incluso tras haber ingresado con un visado turístico o Schengen, sin necesidad de regresar al país de origen.
Esta opción simplifica y agiliza el proceso de traslado, resultando especialmente conveniente para quienes desean permanecer un tiempo en el país y evaluar las condiciones de vida antes de establecerse definitivamente.
– Declarar ingresos inferiores al umbral mínimo exigido es una de las causas más habituales de denegación.
– No disponer de un seguro médico válido en el país de destino.
– No aportar documentación suficiente que acredite el origen y la estabilidad de los ingresos.
Tras la obtención del visado, es esencial cumplir las condiciones del programa. El visado puede ser anulado o no renovado si el titular incumple los plazos de prórroga, realiza trabajos para clientes locales sin autorización o utiliza el visado con fines distintos de los previstos.
Antes de presentar la solicitud, conviene revisar detenidamente los requisitos actualizados del país correspondiente y preparar las traducciones oficiales de toda la documentación al idioma nacional del Estado de destino.
La mayoría de los visados de nómada digital se expiden por un período de uno a dos años, con posibilidad de prórroga, siempre que se mantengan las condiciones del programa: ingresos estables, seguro médico válido y ausencia de infracciones migratorias.
En Portugal, el visado D8 se concede inicialmente por un año y puede renovarse por dos años más. Tras cinco años de residencia, es posible solicitar la residencia permanente o la nacionalidad portuguesa. En Grecia, el visado de nómada digital se otorga por un año, prorrogable por dos años adicionales; una vez cumplido el período de residencia y si se mantienen los requisitos, el titular puede acceder a la residencia de larga duración. En España, el visado de nómada digital tiene una validez de un año, prorrogable por dos años, y tras cinco años de residencia legal se puede solicitar la residencia permanente. En caso de desear un cambio de país de residencia, las opciones dependen del estatus migratorio vigente. Una vez finalizada la validez del visado, el titular puede solicitar un programa equivalente en otro país —por ejemplo, trasladarse de Croacia a Portugal o de España a Grecia—, siempre que regularice previamente sus obligaciones fiscales y notifique su salida a las autoridades migratorias.
El visado de nómada digital no es solo un documento, sino un instrumento de libertad y movilidad profesional: permite trabajar, viajar y desarrollarse en distintos países sin renunciar a la legalidad ni a la estabilidad personal y económica.